Llámame al sueño de mi última noche,
Escríbeme una carta sobre el agua,
Parpadea con el fuego de Gracia,
Ilumina una estrella lejana.
Las huellas de la nieve del año pasado, el espejismo del prado de fresas,
un tiro al blanco de la desgracia inevitable.
No pases, no olvides, no falles.
Tócame con una gota de lluvia,
un viento cálido, una hoja caída,
Con el calor del verano y el hielo de diciembre,
Con la penumbra tranquila y el primer rayo.
En sueños ansiosos pasaré mucho tiempo
Buscando tu sombra en los laberintos vacíos.
Hay que vivir, olvidar, desaprender.
Ver lo cercano en los rostros extraños.
Septiembres me enviarán sus saludos, el
verano indio me hará señas
como antes.
Los pinzones de nieve me llamarán
de nuevo al invierno,
pero para siempre sin ti. |